Este chardonnay viene de viñedos en la zona de Leyda, hacia las costas en el Valle de San Antonio. La influencia marina allí es fuerte y se siente en los vinos como este, que tiene un lado fresco, jugoso, de acidez intensa, todo envuelto en sabores a frutas cítricas y hierbas. Un blanco de gran fuerza, para abrir con salmón a la parrilla. Tiene una crianza en barricas por seis meses.
El francés Pascal Marty tiene una importante trayectoria en el país. Llegó a desarrollar en 1997 el proyecto del vino Almaviva, el famoso joint venture entre Baron Philippe de Rothschild y Concha y Toro. Tras seis años allí como enólogo, llega a Cousiño Macul para diseñar su vino ícono, Lota, que lo vincula hasta hoy con la viña. Y en esa misma época inicia esta, su aventura propia. Marty dispone de 250 hectáreas de viñedos para este proyecto, de terruños en distintas partes de la zona central que pertenecen a sus socios. La excepción son dos hectáreas que Pascal tiene plantadas en su casa, en Pirque. De allí nace su vino ícono, Clos de Fa, un blend tinto basado en cabernet sauvignon, como buen hijo de Alto Maipo.
