Este chardonnay es grande, voluptuoso, una confitura de notas a frutas blancas maduras y caramelo. La textura es amplia, redonda, suculenta, voluptuosa, llena el paladar de sabores. Pero si fuera solo eso, el vino sería un late harvest. La gracia es que la acidez es severa, tensa, y logra equilibrar un chardonnay que nos resulta superlativo. Este viene de la zona de Las Dichas, una de las más frescas en el Valle de Casablanca, y tiene un año de guarda en barricas. Vayan, compren al menos un par de botellas y guárdenlas en la cava hasta nuevo aviso. Este vino necesita, al menos, 3 a 4 años más antes de abrirse.
La bodega fundada en 1989 por el francés Thierry Villard fue de las pioneras del Valle de Casablanca. En los últimos años el liderazgo lo ha tomado su hijo, el enólogo Jean-Charles Villard, quien junto a la enóloga Anamaría Pacheco elabora un catálogo de vinos centrado en las variedades blancas sauvignon blanc y chardonnay, y en las tintas, pinot noir y syrah. La base de sus vinos está en el sector de Tapihue, donde tienen un viñedo que comenzó a plantarse en 2006.
