Durante el invierno 2004 las precipitaciones se desarrollaron de forma normal. La primavera se caracterizó por presentar gran cantidad de días nublados y temperaturas inferiores a los años anteriores, lo que provocó un retraso en todas las etapas fenológicas del viñedo. En términos generales durante la etapa de maduración\de la fruta, las temperaturas máximas fueron moderadas y la acumulación de grados días estuvo bajo lo normal, lo que se tradujo en una muy lenta evolución de la madurez fenólica. El clima fresco y seco permitió esperar tranquilamente el momento óptimo de cosecha a principios de abril. Los vinos provenientes de esta cosecha presentan una gran concentración, colores muy intensos y un nivel aromático alto y complejo. 2005 es una cosecha de excelentes vinos, que podrán ser guardados por largo tiempo.
Altaïr 2005 captura los elementos esenciales del Alto Cachapoal que conforman su estilo: fruta fresca, complejidad en nariz, equilibrio perfecto, concentración y elegancia en el paladar.
Profundo color rojo violeta. La complejidad aromática es potente y agradable. Aromas a casis, grosellas y mora, se abren dando paso a notas de cedro, trufas, chocolate y pimienta negra. Elegantes y sutiles aromas provenientes de la madera se entrelazan delicadamente con la fruta.
Su producción anual de más de 140.000.000 de botellas sirve para dimensionar la magnitud de San Pedro, entre las más importantes viñas de Chile y también de las más antiguas (nace en 1865). Esa cifra considera todo el espectro de vinos que produce San Pedro, que van desde etiquetas económicas hasta lujosos vinos íconos. En los últimos años, y en línea con algunos cambios de la industria, se han expandido más allá de los valles de la zona central (su centro de operaciones está en Molina, Curicó), llegando al Valle del Elqui, por el norte, e Itata, por el sur.
