Para Gran Cuvée, William Fèvre selecciona fruta de viñedos, plantados en 1992, sobre suelos coluviales, a una altura de unos 900 metros en la zona de Pirque, en el Alto Maipo. Pero además, este año entró en el blend un 8% de viñedos de Malleco, con el objeto de darle más frescor en un año muy cálido en la zona. Y el efecto se logra en un vino a la vez suculento y con una rica acidez que se planta con fuerza en la mitad del paladar, refrescando todos los sabores a frutas blancas maduras; su textura es cremosa. Uno para tártaro de atún.