Uva país procedente de San Ignacio de Palomares, Ránquil, Valle de Itata. Parras muy antiguas estimadas en 150 años, de suelos graníticos sobre los cerros de la cordillera de la costa. Parras de secano (sin riego).
Crianza en tanques de concreto y barricas viejas de roble durante 18 meses.
Aromas de frutos rojos como cerezas y notas de hierbas silvestres con un toque terroso. En boca muestra taninos firmes pero suaves, estructurado y equilibrado, un vino elegante y complejo que recuerda a la selva nativa del sur de Chile.