Supertuga viene de un cuartel plantado hace unos 15 años, sobre suelos muy pedregosos de mucho granito. Se cría solamente en formatos grandes, de 400 litros, para que la madera no influya en los sabores, pero sí haya una oxigenación que propone mayor complejidad. Este vino es una mantequilla, una pequeña delicia de sabores maduros, untuosos, llenos de una acidez vital, pero también llenos de capas de sabores licorizados. De este vino se hicieron unas 3.600 botellas, esta es la tercera edición, y la mejor.
Suelos de granito fracturado y arcilla permiten a la variedad expresar su máximo potencial. Fermentado en barricas francesas y huevos de concreto, su sabor a piedra y especial acidez reflejan la mineralidad del granito en esta variedad.
Un expresivo vino con frescas notas minerales, entremezcladas con cáscara de limón y flores de la pradera nativa. De textura suave, elegante y cremosa, con un dejo de tiza al final.