Aliara viene de tres orígenes distintos que son las fuentes principales de uvas para la bodega. Este año tiene un 46% de cariñena de Cauquenes, en el Maule, un 33% de malbec de la zona de Lontué, en el Valle de Curicó, y el resto de syrah (17%) y cabernet (4%) de los viñedos que rodean la bodega en Padre Hurtado, en el Valle del Maipo. La crianza se extiende por 18 meses en barricas, 40% de ellas de madera nueva. Aquí se percibe con fuerza la presencia de la cariñena, pero una cariñena que se siente madura y suculenta, aunque sin perder su acidez filosa, algo típico de la variedad. El cuerpo es generoso, de taninos firmes en un vino que necesita aún dos a tres años en botella.
Violeta oscuro concentrado en color. La nariz es atractiva e intensa con una gama de aromas de las variedades presentes en la mezcla, incluyendo aromas a frutos secos como avellanas, dátiles e higos secos, notas florales de jazmín y rosas y, por último, notas de chocolate. En boca es sofisticado e intenso. Jugoso con la presencia de chocolate, café y tabaco en hojas. El final es largo con taninos maduros y aterciopelados. Una experiencia inolvidable.
Se recomienda decantarlo antes de degustarlo y tomarlo entre 16°C & 18°C.
