Esta es una selección de viñedos plantados en las laderas de Apalta, en el Valle de Colchagua, el lado mediterráneo de esta zona cálida, en esas laderas de granitos. El blend de este año tiene un 50% de cariñena, 30% de garnacha y un 20% de monastrell y el resultado es un vino con una carga frutal deliciosa, frutas rojas, firme acidez y una capa de taninos que se encarga de mantener todo en equilibrio. Fruta y más fruta, para beber con embutidos.
Posee un brillante y profundo color rojo rubí. Su aroma sugiere a frutos negros y rojos maduros como ciruelas, moras e higos secos, con toques de canela. De gran cuerpo y buena estructura, posee una frescura bien balanceada y una elegante persistencia.
Se recomienda decantarlo unos 20 minutos y degustarlos entre 12° y 14°C.