Una seda de carménère, este viene de viñedos plantados en arcillas con fondos de gravas de lecho de río en el Valle de Colchagua. Tras 12 meses en barricas, todas de madera usada, este vino se siente con suaves toques tostados, acompañados de frutos secos y notas a café. La textura es amable, con taninos dulces y pulidos.
Maquis se ubica en Colchagua y cultiva un estilo de vinos diferente al de la mayoría de las bodegas de ese caluroso valle. Tal como ocurre con Calcu, su bodega hermana, los de Maquis son tintos de mayor frescor y tensión, en parte gracias a la ubicación de su viñedo, rodeado por los ríos Chimbarongo y Tinguiririca, lo que ayuda a moderar el clima. Pertenece a la familia Hurtado Vicuña y la inició don José María Hurtado, quien compró esta propiedad en 1916.