Este cabernet franc tiene todos los atributos de la cepa: los buenos taninos, firmes y tensos, los aromas a tabaco y hierbas y esa acidez amable, envolvente. Este viene de un cuartel de viñedos junto al río Tinguiririca, sobre suelos de arcillas, pero también pedregosos, lo que permite que el agua fluya y el vino no se vuelva completamente vegetal. Una excelente muestra de franc que se puede beber ahora con alguna carne de caza al horno o, mejor aún, esperar a que 2 o 3 años en botella le otorguen aún más complejidad.