De la zona de Los Morros, en el Alto Maipo, este es un cien por cien cabernet sauvignon, la mitad guardado en barricas francesas usadas y nuevas, mientras que el resto se divide en huevos de cemento y en fudres. Como muchos de los vinos de la zona, este es más frutal que mentolado (detalle que los vinos del Alto Maipo ofrecen con frecuencia) y esas frutas son rojas, untuosas, en un vino elegante, de taninos muy suaves, muy refinados.
En 1986, Emiliana se separa de Concha y Toro para iniciar un camino como bodega independiente. Luego de apostar por el cultivo orgánico de sus viñedos, en los últimos años fue más lejos, abrazando además la agricultura biodinámica. En la actualidad, de sus 857 hectáreas de viñedos, 700 están certificadas como biodinámicas. El gran impulsor de la conversión de Emiliana en la gran viña orgánica de Chile fue el empresario José Guilisasti (1957-2014). Como bodega grande, Emiliana tiene viñedos en algunos de los valles más importantes de la zona central, entre ellos Maipo, Cachapoal, Colchagua y Casablanca.
