De bonito color granate con reflejos rubí, en nariz es un festival de frutas negras y rojas como cerezas, ciruelas y cassis, especias, violetas y un sutil recuerdo cárnico y almizclado. La boca tiene volumen y peso, con una trama formada por unos taninos pulidos perfectamente ensamblados con la fruta. Preciso, fino y muy elegante, con recuerdos de cerezas maduras y pimienta negra. Una gran botella de disfrute inmediato y, por qué no, para guardar más de una década.
Se recomienda decantar y beber entre 16° y 18°, marida bien con quesos maduros, carnes grasas cocinadas a fuego lento y carnes ahumadas.