De color amarillo brillante y una nariz encantadora, un jugo de piñas maduras acompañadas de gotas de limón. Esa nariz da paso a una boca delicada, con una acidez firme, punzante, con filo. Y todo envuelto en sabores frutales generosos, amplios, pero a la vez muy refrescantes. Este es un chardonnay para beber con ostiones a la parrilla. Viene de una selección de barricas de suelos arcillosos y volcánicos en la zona de Traiguén, en Malleco, hacia el sur de Chile. La crianza se ha extendido por diez meses en barricas, el 10% de ellas de madera nueva. Posee una gran energía y precisión, pero sobre todo destaca por su textura mineral y profundidad.